miércoles, 3 de marzo de 2010

MONTRÉAL

 No todo es tan malo en esta ciudad y en este nuevo país que nos recibe desde hace cinco meses.
Al decir de una amiga blogger o ex blogger a estas alturas: 'te cambiaste de país no de planeta'
No es de mi interés vivir en una Suiza idealizada, teniendo ciertas ventajas de modus vivendi norteamericanos, es más un acomodamiento pragmático a la realidad circundante y de paso, al decir de un québecois: 'en Canadá es un lugar que todavía se pude hacer la diferencia'.
La verdad es que no se si es por el clima o tal vez porque la mayoría de sus fronteras son con el mar, que este país necesitado de la emigración, se ha mantenido al margen (al igual que Australia) de emigraciones de bajo o poco nivel de costumbre sociales, no digamos de nivel educativo, pues eso no tiene nada que ver con el tema.
El hecho en definitiva de que elijan a sus emigrantes ha cambiado en la última década el perfil de los inmigrantes en la misma Montréal. Al día de hoy y a los ojos de los locales, existe una ciudad más cosmopolita, más multicultural y con tal vez un montón de problemas pero que la hacen única en esta parte del mundo. A diferencia de otras, tiene inmigración ilegal, pero muchísimo más tiene inmigración legal y como es una parte fundamental de este Estado, es  que existen organismos especializados en el tema.
Más allá de eso y siguiendo con las opiniones personales. Montréal se abre como una ciudad en el medio de un río muy caudaloso, ancho y navegable, adentrada en el continente y con un aeropuerto muy movido es todavía el centro de actividades culturales y recreativas que se avivan cuánto más cerca del verano estamos.
Centro financiero de Québec y una referencia ineludible dentro de Canadá, este lugar parece ser un buen lugar para comenzar a vivir la experiencia canadiense.
Desde las fiestas del invierno, hasta las que me cuentan que estar por venir en el verano, de que el verano acá parece que la ciudad cambia completamente, de gente amable, de locos caminando por la ciudad, de los excelentes parques municipales que he encontrado cerca del apartamento, de su tamaño desmesurado en extensión y de cómo en la misma isla cohexisten difentes municipalidades en una misma ciudad.
Montréal es tal vez una ciudad única al estilo de una nueva Babel, salvando las diferencias, aquí hay lugar para todos, con reglas claras y caminos a la canadiense, con sistemas del tipo... siga la la línea, con cosas tan buenas y tan malas como en cualquiera de nuestras ciudades, acá existe la droga y problemas de alcoholismo, gente apurada en el tránsito, gente no cordial, personas racistas y a la vez conviviendo en el mismo edificio, xenofobia, personas que gustan de todo la variedad candiense y por supuesto el gusto y la ventaja de hablar en inglés y francés.
Al menos yo y la ciudad ya no estamos tan enojados

3 comentarios:

Surazul dijo...

Que gusto me ha dado leer este post Leo!!
Me atrevo a decir que es cuestión de un poco más de tiempo para que Montréal termine por encantarte, con sus pros y sus contras como bien lo expones, pero es tu nueva ciudad, tu nuevo país y la adaptación va siendo ligerita.
Hay algo que dices y tienes toda la razón, existe toda una estructura de gobierno y de otros organismos para hacer que la inmigración legal sea mayor que la ilegal, y es que solo hay que meterse a las páginas de las provincias, que te llevan de la mano hacia cada región, ciudad, incluso villas o poblados y cada uno tiene su propia información sobre educación, gobierno, cultura, turismo, etc. Hay toda la información que necesites y eso hace que Canadá sea fácil de conocer.

Saludos

ChivCan dijo...

Que bueno escuchar que de a poco te vas haciendo amigo de la ciudad. Sin duda el verano te va a traer lindas sorpresas para que se consolide la relacion. Abrazo

Acosta dijo...

dale tiempo al tiempo, abrazo